lunes, 8 de agosto de 2011

Arquitectura decorativa o mi primer escarceo con el arte efímero.

Ya nos hemos metido en otro follón. Si es que no aprendo. Jajaja. La verdad es que este proyecto dista mucho de todo lo que he realizado hasta la fecha. Nada que ver con el dibujo o la pintura o la fotografía… o tal vez englobe todo lo anterior.



Y es que todo se debe a que desde hace unos años tenía un serio problema con la decoración de Halloween del local y de pronto, sin comerlo ni beberlo, surgió esta idea de la nada: hacer la fachada de una mansión victoriana encantada.

Y qué mejor manera que hacerlo que con los métodos y técnicas falleros.



Comenzamos por un sencillo boceto que, como siempre, acaba complicándose y detallándose en exceso. Creo que soy un poco masoca.

Evidentemente, los referentes había que buscarlos en la iconografía de la mansión encantada que tiene como máximos exponentes el Phantom Manor de Disneyland y el caserón de Amitiville.

La estructura constará de tres módulos como mínimo, dos de los cuales serán simétricos para enmarcar la puerta de acceso con una ventana cada uno en las que se podrán proyectar diversos efectos de luz para crear el ambiente buscado.

Cada módulo tiene un esqueleto de madera recubierto por placas de polietileno expandido que posteriormente se irá modelando para adaptarse a la forma que previamente hemos designado en el boceto previo. Una vez montado y modelado, se lija suavemente para ajustar las formas.




Posteriormente le aplicamos papel de periódico empapado en agua-cola directamente sobre el polietileno.

Una vez acabado este arduo trabajo, se le dan varias capas de gotelé que posteriormente, una vez bien seco, se lijará de nuevo para aplicar la pintura.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 








Y aquí tenemos ya uno de los tablones de las ventanas y uno de los módulos con la segunda mano de gotelé. El tema comienza a tomar forma. A estas alturas ya tengo claro cómo será el tercer módulo sobre el que empezaré a trabajar en breve.

Y tras una tercera mano de gotelé...


A la vista está que el segundo módulo comienza ya a estar cubierto por papel esperando las primeras manos de gotelé. Afortunadamente, en un par de días podré ir a por el material que falta para el techado y tras el mismo proceso quedará todo ya listo para la pintura, curiosamente la parte que más miedo me dá.



Ya está el módulo 2 cubierto de papel y ya se le ha aplicado la primera mano de gotelé.

El tiempo se me ha tirado encima y no me he podido cumplir con el calendario por lo que tendré que esperar a la vuelta de vacaciones (1 de septiembre) para construir el tercer módulo, el techado, cuyo boceto ya está apuntado en mi cuaderno de dibujo (ver imágen).

Dentro de lo malo, hay que tener en cuenta que la realización es bastante sencilla, por lo que su realización no me llevará excesivo tiempo, algo que podré ir realizando mientras pinto los dos primeros módulos, a los que, además, hay que añadir las cortinas y los efectos lumínicos que diseñé en un principio. Creo que habrá, sin embargo, tiempo suficiente para acabar todo el proyecto para la fecha indicada (21 de octubre) en la que deberá estar ya instalado en su lugar. Tiempo además en que se deberán aplicar el resto de elementos decorativos: cortinas, telarañas, etc. y por supuesto la parte trasera que simulará el interior de la mansión, con un papel pintado con motivos extraidos directamente del Phantom Manor de Disney y los cuadros que llevo preparando desde hace un tiempo.




(continuará)

2 comentarios:

Javi dijo...

Vols fer-li la competència a Xavi Herrero??? jejeje

Anónimo dijo...

Mai. Per molt que ho intentara no li arribaria mai ni a la sola de les sabates. Però em feia il·lusió este projecte i ara entenc el per què dels preus. Evidentment no és el material, és l'enorme quantitat de treball que porta.

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